domingo, 26 de octubre de 2008

" En El Nombre de Dionisos", por Jota Siroco


n el nombre de Dionisos, hijo de Zeus, padre de témpanos y vides, que supo plantar en el hueso de un pájaro, de un león y de un asno las semillas del vino, dándole así la alegría del ave en el primer trago, la fuerza del león en el segundo y la estupidez del asno más allá del tercero… En el nombre de Baco, dios del vino y de la cepa, que consiguió por medio de las Bacantes, sus piadosas y ebrias seguidoras, despedazar a Orfeo y sembrar la música, compañera fiel de los borrachos, por todos los rincones de la tierra… En el nombre de Ometochtli, divinidad azteca de la embriaguez y la bebida… también en el de Noé, patriarca y marinero, protagonista de la primera jumera de la historia… en el nombre de Osiris, dios de la cebada…en el de todos los frailes que supieron unir sus vidas a la divinidad a través del alambique: Monjes de la Abadía de Benedictine, de Chartreuse, de Cognac… y por último, en el nombre de Gambrinus, craso príncipe de la cerveza… Yo, el Marqués del Malandar, declaro a

EL ALMACÉN
Templo del buen beber

Dado en Sanlúcar de Barrameda A.D.MMVIII

lunes, 13 de octubre de 2008

" Miércoles de El Almacén" foto Rubén Aldón




Aquí en "El Almacén" somos muy aficcionad@s a la fotografía, esta en concreto, nos la manda Rubén Aldón, cliente estupendo de nuestro bar. Es una foto hecha con una cámara LG Electronics KU990, velocidad del obturador 1/15, apertura f/2.8, ISO 400, distancia focal 5.1 mm, flash disparado sin reductor de ojos rojos, modo automático y medición ponderada al centro.


El Almacén 9 de Octubre a las 2:55H de la madrugada.

jueves, 2 de octubre de 2008

"Extraterrestres en El Almacén", por José A. Segura

Un reciente estudio de afamados ufólogos ha dado a luz un informe sobre la presencia de seres de otras galaxias en los garitos de copas de Sanlúcar. Se llevan la palma dos antros singulares por los que siento una devoción sobrenatural: El bar de El Calvo, el frenopático de la Puerta Jerez, que reúne en su sede a los flamencos más chiflados y artistas de la comarca, y el otro, El ALmacén, mi segunda casa. Y digo esto porque marcianos hay en todas las calles de esta ciudad, desde Los llanos hasta la Reyerta. Pero hay sitios que atraen a los bichos del kosmos más singulares, porristas esotéricos, lumbreras estrasantes, y toda suerte de charlatanes incansables -entre los que me encuentro-. Y esto sin drogas, sólo con la fuerza que Dios o Alá nos ha dado como parte de nuestro ser. Por otra parte el estudio de densidad de marcianos por metro cuadrado, revela una alta concentración de estos seres en los banquitos de la Calle Zárate, esquina con Regina. En ese cantillo paran mis colegas, los locos más lindos que conozco, una pandilla de colgados muy familiares y afables. Una turba de yangüeses del oloroso y del ron cacique con cola. Entre botellas y OCB trancurren nuestras vidas, como si nada, rodeados de selenitas.
Un beso a los marcianos. Johnnie.